Turismo de residuos con destino La Llagosta.

Espacio natural La Arboleda La Llagosta Participación Territorio Viu la riera

Poco a poco se va implantando la recogida de residuos puerta a puerta, sobre todo en municipios pequeños. Este sistema está dando muy buenos resultados, mejorando notablemente el volumen y la calidad de los materiales reciclados.

Esto es así, porque al recoger las bolsas de la puerta de casa, es bastante fácil saber quién recicla correctamente y quien no; quien saca cada bolsa cuando toca y quien no. Es decir, cuando desaparece el anonimato del contenedor común donde es difícil saber de quién es cada bolsa, entonces lo hacemos mejor tal vez por miedo a vernos señalados, ya sea por la autoridad correspondiente, ya sea por los propios vecinos que hacen correctamente su trabajo y no les hace gracia que se lo echemos por tierra.

El sistema, sin embargo, ha despertado recelos e incluso oposición entre aquellos vecinos poco o nada acostumbrados a reciclar. Y es que el nuevo sistema exige un cambio de hábitos absoluto a los no recicladores acostumbrados a tirarlo todo junto y sacar la bolsa cuando les apetece. Ahora tendrán que separar cada fracción y sacarla a la calle cuando toca. Será necesario tener en un lugar bien visible un calendario con los días de la semana y horarios en que pasan a recoger cada fracción. No podremos sacar la basura cuando queramos, si no cada cosa el día que toca.

Si para cualquier persona el nuevo sistema puede representar un cierto engorro, para los no recicladores puede ser algo por lo que no están dispuestos a pasar. Y como era de esperar, no han tardado en aparecer los listillos que echando mano de la picaresca se saltan las normas, porque eso de reciclar no va con ellos. La solución que han encontrado es simple: cuando van a trabajar o cualquier otra gestión, cargan la bolsa de basura en el coche y la dejan en el pueblo de al lado, que de esta manera ve como algunos de sus contenedores situados en zonas de paso, que antes estaban vacíos, ahora se llenan rápidamente y aún hay bolsas en el suelo. Esto es injusto porque los vecinos del pueblo receptor de la basura tendrán que sumar al coste de gestionar sus propias basuras, la gestión de las basuras de los listillos.

 Por supuesto, los municipios afectados ya están reaccionando intensificando la vigilancia para pillar a los infractores y colocarles la correspondiente sanción que, dicho sea de paso, es una forma mucho más convincente que todas las campañas informativas.                                                                           

Esto de llevarle nuestra basura  al pueblo vecino es lo que se ha dado en llamar “turismo de residuos”. Y en La Llagosta, por desgracia, somos receptores desde hace muchos años de este tipo de turismo. Pero, como los municipios vecinos no tienen establecido el sistema de recogida puerta a puerta, no nos traen la bolsa de basura: nos traen un camión de neumáticos; o de colchones; o de muebles; o el desmontaje de una tienda que hay que reformar, etc.  De esta manera, los infractores se saltan los protocolos y leyes establecidas para la correcta gestión de los residuos y se ahorran las tasas correspondientes.            

Tienen a su favor que nuestro pueblo está muy bien comunicado y es muy fácil llegar hasta la zona del cementerio, escoger un camino a  izquierda o derecha donde volcar el contenido del vehículo, dar la vuelta y marchar por donde han venido. Saben que es una zona sin vigilancia, lo que les proporciona grandes dosis de impunidad. De hecho, son contados los casos en que el autor ha sido identificado y denunciado.      

Alguien puede pensar: bueno, si hace tanto tiempo que existe esta situación, tal vez es que no se puede hacer nada. ¿Seguro que tenemos que resignarnos? ¿Debemos los ciudadanos de  La Llagosta pagar de nuestro bolsillo los miles y miles de euros que costará recoger y tratar las decenas de toneladas de basura repartidas por nuestro municipio?          

Veamos: Todos los vehículos que vienen cargados con los residuos que van a tirar pasan por el túnel bajo la autopista dos veces: una a la ida y otra a la vuelta. Si controlamos esa puerta con una cámara que registre y envíe las matrículas a la policía, ya tenemos la mayor parte de la faena hecha, pues son muy pocos los vehículos de carga que pueden visitar la zona justificadamente: básicamente los que van a la depuradora o a los huertos. 

Por tanto, se reduce muchísimo el número de sospechosos. Si además sabemos que se trata de un vehículo domiciliado en otro municipio y que nos ha visitado en horas intempestivas, que entre la entrada y la salida solo ha mediado el tiempo necesario para la descarga…     

Vamos, que la tecnología existe. Otra cosa es si la queremos aplicar o no. Si además se ponen unas cuantas multas ejemplarizantes a los infractores y se da publicidad, rápidamente se producirá el efecto disuasorio. Evidentemente, esto tiene un coste, pero no hacer nada también lo tiene, por eso debemos elegir entre dos opciones: ¿asumimos el coste de proteger con medidas preventivas nuestro pequeño espacio natural de poco más de un km2, o lo damos por perdido y dejamos que los desaprensivos lo sigan utilizando como su basurero particular y asumimos el coste de retirar y tratar sus basuras?. 

Salvo que estemos pensando en dejar que la basura se vaya acumulando y convirtiéndose en un vivero de ratas y todo tipo de agentes infecciosos.

En esta línea estamos. 

Por cierto, algunos de los residuos que nos traen como los neumáticos, son residuos especiales con un elevado coste de eliminación.                                                                                                                           

Querido lector o lectora, ¿que piensas al respecto? ¿Deberíamos seguir como hasta ahora recibiendo la basura que nos quieran traer sin darle la menor importancia o por el contrario deberíamos oponernos a que utilicen nuestro pequeño territorio como basurero colectivo?

Tu opinión nos importa mucho. Deja un comentario.        

 

                                                                                                               

 

                     

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                       

Deja una respuesta